Muy buenas, continuamos con nuestra sección anual que como de costumbre, no requiere de apenas presentación. El Pulpop festival tendrá lugar en la Plaza de Toros de Roquetas de Mar el próximo día 9 de Julio. Sin más, vamos a hacer un repaso a los artistas que pasaran por el escenario del ruedo la segunda jornada del festival.


Fumangie




Fumangie es el proyecto más personal e intimista de Juan Diego Fumangie, cantante y guitarrista de la banda almeriense Monogay. En esta aventura ejerce de cantautor eléctrico dentro de unas canciones en castellano y en clave de pop-rock sin complejos, huyendo de etiquetas y guerras absurdas de estilos. Se ha rodeado de curtidos músicos de la escena almeriense como Carlos Barba (batería), Alex Martínez (bajista), Antonio Vicente (teclista) y Juan Luis Pérez (guitarrista) todos miembros de bandas de largo recorrido, como La extraña enfermedad de Sarah Perkins, Café Bombón o Cables Cruzados. En 2011, Juan Diego, graba una maqueta casera de diez temas titulada "La piscina ingrata" ganando el concurso Rockinlei 2012, cuyo premio consiste en la grabación y edición de un E.P. con Clifford Records con el título "La paz de los idiotas" (Marzo 2013). Recorren gran parte de la geografía española, llegando a ser invitado en el XII Encuentro de cantautores celebrado en el Colegio Mayor Universitario Isabel de España (Madrid) junto a artistas como Marwan, Patricia Lázaro y Chio Abad. "Manual de buena fe" (Autoeditado, Junio 2015) es un E.P. de cinco canciones grabado, mezclado y masterizado en el estudio del teclista Antonio Vicente. Es un trabajo muy personal y visceral, donde se tratan múltiples temas. Comienza con J.M. canción dedicada a un amigo que falleció hace un par de años, de lo cual Juan Diego vino a enterarse de tan cruel noticia escasas horas antes de un concierto, y finaliza con PEQUEÑA FUMANGIE, canción dedicada a su hija Elisa. Con ese orden se pretende dar el mensaje tan real como la vida misma, unos se van y otros llegan.



Toulouse


 "Ceniza" es una canción que te atrapa. Recuerdo haberla escuchado ya en alguna ocasión por Granada, en otros conciertos de Toulouse, creo que incluso cuando nos acompañaron hace ya casi dos añosen la Sala ElTren. Me encanta que el estribillo se venga abajo, suba y dé paso a otro estribillo mejor aún. "Matemática. Arquitectura básica, la geometría engaña" y ya estás atrapado. Como te atrapaban "Todo cambia" (aún me la pongo para bailar en casa cuando estoy depre), "John & Yoko" o "Hasta que el mundo deje de girar" el super temazo adelanto del presente trabajo y que no han incluido, en este "Realidad y Metáfora". Un LP breve (siete temas) pero no por ello menos intenso ni bello que los anteriores trabajos de Toulouse, una banda imprescindible para entender los actuales derroteros del Pop patrio y del granadino en particular.¿Qué es el éxito? Siglos intentando responder esta pregunta. El éxito es lograr canciones como "Sir Isaac Newton", un disparo directo al centro del cerebro con aires Bandofhorsianos; como "La Llave", uno de esos temas lentos toulousianos en los que Josen, su voz, camina al filo del abismo acercándose a agudos que igual no existen pero que me ponen la piel de gallina, con una letra grande dirigida a toda la especie porque todos somos como sus protagonistas, almas que se buscan a destiempo; como "Manifiesto", la crisis en una letra, la económica y del ser humano en este comienzo de siglo lleno de expectativas rotas y U2 y los James, Ride, Stone Roses y Toulouse musicándola por detrás; como "Negras", elegante y épica con aires velvetianos; como "Playa", un guiño al pop más redondo que ya fabricaban desde chiquitillos y que ahora está menos presente por derecho propio y porque la música es evolución; o como "Príncipe", mi favorita si no hubiesen hecho Ceniza pero que atrapa tanto como la primera con una línea de bajo y batería brillantes que te persiguen sin descanso y el día a día contado en una letra perfecta.El éxito es seguir pudiendo disfrutar de cada trabajo de Toulouse, pase lo que pase y pese a quien le pese. El éxito es este "Realidad y Metáfora" de Josen, Javi y Mario.



Viva Suecia



A juzgar por las cifras, la banda murciana Viva Suecia es ya por derecho propio una de las bandas revelación del 2016. Antes de publicar su primer álbum "La Fuerza Mayor", sus singles superan ya las 100.000 reproducciones en spotify, agotan las entradas de sus conciertos y llenan festivales. El 19 de Febrero de 2016 se publicó el disco que entró directamente en el puesto 37 de la lista de los discos más vendidos de España. "La Fuerza Mayor" está producido por Paco Román (Neuman). Un disco lleno de sensibilidad, energía y vitalidad candidato a estar entre los Mejores álbumes del año. Formados en 2014, Rafa Val (voz y guitarra), Jess Fabric (Bajo), Alberto Cantúa (Guitarra) y Fernando Campillo (Batería) han entrado con paso firme en la escena musical española a base de trabajo, ganas, excelentes canciones y un directo potentísimo. El 26 de Enero de 2015 salió a la venta su primer Ep en vinilo 10", una obra que destaca por un sonido propio de los noventa, paisajes sonoros con cierto aire épico y letras que son una radiografía de las relaciones sociales en todas sus variantes. En noviembre de 2015 anunciaron su fichaje por Subterfuge Records. La gira de presentación de su primer trabajo llevó a la banda a vender todo en su primera fecha en Madrid. También a compartir escenario con Neuman Niños Mutantes, McEnroe... Además han recorrido gran parte de la geografía nacional cosechando grandes críticas y haciendo más grande el número de seguidores.



La habitación roja



Tras su exitosa celebración del 20º Aniversario llega el nuevo disco de La Habitación Roja "Sagrado Corazón"(Mushroom Pillow, 2016) . Se han convertido en el excepcional caso de grupo de pop que no ha dejado de crecer en ningún momento. Han ido hacia arriba disco tras disco, han renovado su público, sus conciertos se han convertido en karaokes masivos y siguen sumando clásicos a un repertorio extraordinario. El anterior álbum fue Top 5 en España y con este van a por el número 1. Sagrado Corazón es el título del disco. El Corazón, el músculo rey, el órgano vital más importante y el motor y motivo de nuestra existencia. Lo mismo que la música, algo sagrado para nosotros. En "La Moneda En El Aire" (Mushroom Pillow, 2014) decíamos: Hay tanto resentimiento que amar es vital. Pues aquí llega el amor. Nos parece necesario romper una lanza en favor del acto de amar, de sentir a flor de piel, de relacionarse, en contraposición a los tiempos de la corrupción, del rencor, del maltrato y del odio que destilan nuestro día a día y las redes sociales. Era el momento de hacer un disco que reivindicara lo que nos une. La luz, el sol, el calor, la amistad, nuestra tierra y el amor son los ejes principales de un disco que es un canto a las cosas buenas y valiosas de la vida pero también un lamento provocado por la pérdida o la añoranza de estas mismas cosas.


Sidonie



AMOR ASINCRÓNICO Y UN TECLADO ANTIGUO. La historia detrás de Sierra y Canadá: Esta historia empieza el día en que fuimos a comprar unas sillas en un anticuario de la calle Villarroel de Barcelona. Lo primero que vimos al cruzar la puerta de la tienda fue un enorme órgano marca Lowrey, rodeado de paragüeros, revisteros y jarrones. Pero en ese instante no nos detuvimos a inspeccionarlo. Seguimos avanzando hasta llegar al mostrador y preguntar por nuestras sillas. Cuando estábamos sacando la cartera, el anticuario, hombre de mediana edad al que jamás hemos visto sonreír (los anticuarios jamás sonríen), nos preguntó si nos habíamos fijado en el teclado de la entrada. Y añadió que nos haría un precio especial por él si nos lo llevábamos. Volvimos entonces sobre nuestros pasos para probar aquella andrómina, que ni necesitábamos ni nos cabía en el local de ensayo. Fue por pura lástima que lo conectamos. Pero entonces... Ya conocíamos este órgano. Paul McCartney lo usó para la clásica introducción de Lucy In The Sky With Diamonds. También se puede escuchar en el Baba O'Riley de los Who y en algunas de las primeras canciones de The Band. En las décadas de los '60 y '70 se vendía como un teclado para el hogar "con acompañamiento automático", es decir, que el Lowrey es uno de los padres legítimos de los sintetizadores y las cajas de ritmos actuales. Cuando pulsamos el botón de encendido y escuchamos aquel sonido grave, como de tormenta que se va alejando, tuvimos la misma sensación que uno tiene al poner la aguja sobre un disco de 33rpm; algo parecido a andar sobre grava o a oler madera; algo que después de tanta pantalla y tanta tecla le devuelve a uno a algún lugar cómodo y familiar. Después de estar un buen rato probando acordes y cambiando los pulsadores de nácar (la mayoría de ellos no funcionaban), pagamos al anticuario 70€ (¡transporte incluido!), y salimos por la puerta sabiendo que no iba a haber sonidos más ideales que aquellos para contar la historia de Sierra y Canadá. Sierra y Canadá son los dos personajes que protagonizan la historia de amor asincrónico que nos cuenta el disco. Dicha asincronía se debe a que estos dos seres se enamoraron a destiempo, es decir, que sintieron lo mismo el uno por el otro pero nunca en el mismo momento. Ella se fue antes de que llegara él y así se invirtieron los papeles para intercambiarse el sentimiento. Es como un accidente automovilístico provocado por no haber respetado las luces del semáforo. Un coche arranca antes de que se ilumine el disco verde y el otro acelera y apura para llegar antes de que se ponga en rojo. El choque es inevitable y todo parece detenerse en ese instante ambarino. Canadá, el protagonista masculino, es quien nos cuenta la historia y quien bautiza a la heroína. Escoge el nombre de Sierra porqué a eso le supo su último beso: a frío metal dentado. Así saben los besos sin amor y también los accidentes. Él se hace llamar Canadá, nombre de país eternamente a la sombra de ese otro país vecino; ese que es hogar de triunfadores; ese que es tierra de los más fuertes y el definitivo destino de los libres. Ese complejo de segundón hace que Canadá le cante al astronauta Aldrin, al compositor Salieri, al medio héroe Robin, al K-2 (la casi más alta montaña del mundo), al feo de los Wham... A todos los segundones que siempre llegan tarde, a los que siempre pierden la final, a los que se alimentan del amor perdido. Canadá busca refugio en la ciencia-ficción, en los libros de Asimov y Philip K. Dick. Es como si viviera en la película Blade Runner, y en su compleja paranoia transforma a Sierra en un robot. Sólo así se explica a sí mismo la frialdad de los últimos movimientos de ella y esa despedida. El protagonista ve a Sierra como a una hermosa máquina, ejemplo de los últimos avances en robótica blanda, y nos canta que un día fue humana cuando él era un robot, revelándonos así la terrible verdad de la asincronía y de su propio pasado robótico. Para crear ambientes y definir el tono general del disco, hemos tenido que intercambiar música que no estaba en los referentes habituales por los que se nos asocia. Es música que hemos amado en privado, fuera del local de ensayo, de la furgoneta o del estudio de grabación. Nos hicimos la siguiente pregunta: ¿Qué sonidos escucharía Canadá después de "videar" por enésima vez el antes citado film de Ridley Scott? Escucharía a Kraftwerk y a Brian Eno sin duda, pero como adora el pop y las buenas melodías también pondría a Orchestral Manoeuvres In The Dark o a los Pet Shop Boys, y de ahí haría un viaje hacia la electrónica fundacional de Joe Meek, Jean Jacques Perrey o Silver Apples. Ese paseo a lo largo de la historia de la música electrónica nos animó a cambiar nuestro método de trabajo, desde la composición a las mezclas. Todo el personal involucrado en la grabación del disco olvidó lo aprendido y abandonó los trucos usados en el pasado. Sólo de esta forma podríamos ir a un lugar dónde nunca habíamos estado y recrear el espacio donde se desarrollaría la historia de Sierra y Canadá. Y ahora recordamos que todo esto empezó con la compra de un órgano desvencijado que nos obligó a cambiar mesas y armarios de sitio para que cupiera en nuestro local de ensayo; ese teclado con el que se compuso el himno nacional de Canadá: "Un Día De Mierda", himno que sirve para todas las naciones, porqué todos hemos vivido alguna vez un día de mierda. Seáis todos bienvenidos a Canadá, Tú también, Sierra. 



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